«Los últimos dos años han hecho visible en la escena pública la compleja realidad laboral de los campos culturales. Varios trabajos publicados durante lo que lleva la pandemia han advertido que, pese a que el sector cultural y creativo ocupa un lugar destacado en las retóricas oficiales en torno al trabajo del siglo XXI, éste ha sido uno de los campos más afectados por las restricciones establecidas ante la emergencia sanitaria global, dada —entre otros factores— la centralidad de la presencia física.
En América Latina, este contexto se presenta agravado en virtud de la precariedad estructural que evidencia el trabajo cultural y la informalidad de gran parte de las actividades del sector, que se remonta varias décadas atrás y cuyas consecuencias impactan tanto sobre la realidad de quienes viven de su trabajo como sobre las políticas y perspectivas para mitigarla. Por un lado, muchos de los emprendimientos culturales cuentan sólo con porciones mínimas de su actividad realizadas formalmente, lo que dificulta su registro y regulación; por otro, dada la multiactividad de gran parte de los y las trabajadoras de la cultura, su sentido de pertenencia como vendedores de fuerza de trabajo se orienta hacia otros rubros; además, esto incide en la baja sindicalización y la debilidad de sus organizaciones colectivas a la hora de canalizar sus demandas gremiales. Se trata de un panorama que, si bien no resulta nuevo, configura —a la luz del presente contexto de pandemia y pospandemia— desafíos concretos en el terreno de las políticas públicas, de la organización colectiva de los y las trabajadoras y de los abordajes especializados en las problemáticas del trabajo del sector.
Esto despierta un conjunto de interrogantes que creemos necesario atender: ¿Qué dinámicas laborales presenta la cultura en América Latina? ¿Qué obstáculos representa la condición laboral precaria para enfrentar el presente contexto de pandemia (y pos-pandemia) por parte de sus trabajadores? ¿Cómo han respondido sus organizaciones y qué perspectivas existen para su desarrollo? ¿Cuál ha sido la respuesta de los gobiernos y en qué medida atiende sus realidades?
En este simposio nos proponemos debatir, a partir de un abordaje comparado de los casos de Chile y Argentina y valiéndonos centralmente de los aportes de la antropología y la sociología, tanto las realidades presentes del trabajo cultural en ambos países en el contexto de la pandemia como así también las diferentes respuestas individuales, colectivas y organizadas que han tenido lugar por parte de sus trabajadores y trabajadoras y el rol jugado por las políticas púbicas frente a ello. Esperamos de este modo contribuir a la discusión en torno a las problemáticas del trabajo en la cultura desde una mirada que ponga el acento en la tensión entre los procesos y dinámicas objetivas que los procesos de acumulación en ella despliegan y las respuestas y acciones organizadas de quienes conforman su fuerza de trabajo en América Latina.»
